Existen varias historias y leyendas referente al origen y la historia del Conejo de Pascua.
Una de ellas cuenta que el Conejo de Pascua proviene de una tradición Alemana cristiana del siglo XIII asociándose el conejo como símbolo de fertilidad y nueva vida en el momento del comienzo de la primavera después del invierno.
Cuando en el siglo XV el catolicismo se convirtió en la religión dominante en Alemania, esta costumbre se mezcló con la festividad religiosa de Semana Santa y Pascua apareciendo el “Conejo de Pascua” y llevaba huevos como representación del fin del ayuno y restricciones de cuaresma y como símbolo de la vida.
Hoy en día se acostumbra, que cada Domingo de Resurrección se les esconden en un jardín a niños y adultos nidos con huevos duros pintados y de chocolate así como un conejo de delicioso chocolate contando que los había escondido el Conejo de Pascua para ellos. Los niños y adultos los deben buscar y están llenos de emoción y alegría al encontrar su regalito del Conejo de Pascua.